Cuando leí que el colazo de Ciclistas del Sur se llamaba «Vuelta al Mundo» vino a mi mente la idea de que en serio sería algo intenso y eso fue justamente, con bajadas llenas de adrenalina y subidas complicadas.
Empezando porque el camino hacia el parque nacional La Cerra es un terreno algo difícil de transitar por las piedras sueltas que presenta. Pasamos en las orillas de este parque, en una subida que era el anuncio de cómo sería el resto.
Al llegar a la cumbre de esta subida descansamos un poco para seguir.
En este recorrido fue la primera ocasión en la que bajé por cuestas tan complicadas por el terreno suelto, lleno de piedras y caminos que el agua hace en tiempo de invierno.
Antes de iniciar una bajada con algo de inseguridad revisaba mis frenos y prestaba atención a los consejos que me daba Luigi, con respecto a la técnica más apropiada para bajar de manera correcta y segura.
Sé que tengo mucho por aprender en cuestión de técnica y destrezas para un mejor desempeño en el MTB.
Comprendo cada vez más que es una reunión de factores los que te ayudan a que un recorrido sea un éxito: condición física, bicicleta en perfecto estado y mentalidad puesta en el objetivo.
Fue un paseo duro para mi nivel, por esas cuestas que no logro dominar todavía.

Hubo una parte en la que tuvimos que subir a cuestas la bicicleta porque era intransitable la subida.
Transitamos por lugares como Cerro de Oro (del que solo había escuchado en anécdotas) y algunas colonias (Justo Rufino Barrios) y en partes de municipios de Villa Hermosa y San Miguel Petapa que no conozco.
Al ver el mapa del recorrido noto que en serio dimos una gran vuelta, sin embargo, escuché de uno de los guías lo siguiente: «En realidad la Vuelta al Mundo estaba planeada para que fuera más extensa…»
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