Ya hacía falta una travesía con más kilometraje y justamente eso sucedió. Se dio la oportunidad de participar con Pedaleando Por Pasión para ir en bicicleta a Escuintla, específicamente a Lagunas de Torremolinos.
Este turicentro queda a 79 kilómetros de la Ciudad de Guatemala, en un caluroso departamento.
Inicio de la travesía en bicicleta a Torremolinos
El viaje inició desde temprano en la base, donde se acomodaron en el bus todas las bicicletas de los ciclistas que no harían el recorrido completo, así como los acompañantes.
Con un ligero atraso en el itinerario logramos salir a buena hora para enfilarnos buscando el Periférico, Aguilar Batres y la cuesta de Villalobos. Hasta este punto todo era bajada y terreno plano.
Las esperadas subiditas de la carretera hacia Escuintla
Terminando la bajada de Villalobos iniciamos el primer ascenso, hacia la entrada de Villa Nueva. Fue la primera prueba de resistencia porque era la primera subida y lo mejor es que venía una más prolongada.
Después de dejar la segunda subida, la muy conocida de Sonora, descansamos un poco, tomamos unas cuantas fotografías.
Tuvimos ciertos descansos para refrescarnos rápidamente y para esperar a que el grupo se compactara y evitar ciclistas aislados del pelotón.
El Capi, nuestro guía general, daba las instrucciones antes de iniciar nuevos tramos, impregnadas con la seriedad que ameritaba la seguridad de cada ciclista en el recorrido.
Logramos tomarnos la fotografía que sería la oficial, ya que en ese lugar se obtiene una postal con una panorámica que incluye los volcanes de Agua, Acatenango y Fuego.
El máximo de velocidad en la Autopista
El paso por la Autopista Palín-Escuintla fue algo increíble por la velocidad que logramos alcanzar. Avanzamos cada quien a su ritmo siguiendo los consejos de guardar cierta distancia entre ciclistas.
Hubo un accidente que no pasó de un buen susto y heridas que merecieron traslado a hospital, pero como bien dijeron esto es un deporte extremo y estamos propensos a riesgos.
A partir del final de la autopista, por las características del terreno se prestó la oportunidad para pedalear a una buena velocidad.
Escuintla es un territorio con la temperatura ambiente bastante elevada y viajar en bicicleta en esas circunstancias hace que la hidratación deba ser bastante regular.
Después de 80 kilómetros llegamos a nuestra meta a disfrutar de un merecido descanso, alimentación y la estadía en piscina y en río.
Saludos Luis, bendiciones a tu familia, espero estes bien y tu esposa, que bonito leer las aventuras que vivimos, espero pronto podamos seguir haciendo más travesía, nos vemos pronto.