Mario Vargas Llosa visitó Guatemala para presentar su libro más reciente, titulado Tiempos recios. Esta obra fue publicada en noviembre de 2019 y fue en diciembre cuando vino a Guatemala nuevamente, pero en esta ocasión con motivo de dar a conocer detalles de su obra.
Uno de los temas que menos he desarrollado en este espacio es el de la literatura. Ahora es la oportunidad ideal para expresar mis impresiones de este evento que rodeó la lectura del libro que el autor presentó en el país.
Presentación de Tiempos recios en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias
Esta noche se había anunciado tiempo atrás porque se debía reservar el lugar por medio de un formulario. Así lo hice a los minutos de haber sido publicado en las redes sociales.
Al entrar a la Gran Sala Efraín Recinos pude confirmar que jamás obtendría un autógrafo del peruano. Estaba abarrotada la platea y ya empezaban a llenar el área de palco, que fue a donde me enviaron por ya no encontrar lugar abajo.
Con unos minutos de retraso inició la actividad en la que Vargas Llosa estuvo acompañado por un historiador y un novelista español radicado en Guatemala hace más de cincuenta años.
Árbenz, en el centro de todo
Lo que más llamó mi atención fue que tal y como lo afirmó Vargas Llosa, el autor se identificó con Árbenz, el depuesto presidente guatemalteco acusado de comunista. Supo comprender en su investigación que, aparte de ser un capítulo oscuro en el país, hubo seres humanos sensibles y susceptibles en el entramado de la historia.
Más allá de las opiniones políticas que implica abordar esta novela, considero que se trata de un homenaje a la persona, con sensibilidad, propensa a cometer errores y a tener enemigos, en la figura de un presidente.