Nuevamente tuve la oportunidad de visitar San Jorge Muxbal, el Campo-Escuela de los Scouts de Guatemala, en compañía de parte de mi familia y amigos. A diferencia de la convivencia de antiguos scouts de hacía 3 años, en esta ocasión fuimos por nuestra cuenta.
Cuando llegamos a Muxbal solamente unos cuantos vehículos y un bus escolar que transportaba a un grupo grande pudimos ver. Justo cuando ya nos preparábamos para ir hacia Ojo de Halcón —Campo de Cachorros— llegó el bus del Grupo 80. Fue una casualidad que tanto ellos como nosotros decidiéramos asistir el mismo día.
El sentimiento de volver a estar en Muxbal
Honestamente, solo quien haya despertado una mañana con el frío de las colchas empapadas por la lluvia de la noche anterior sabrá qué significa acampar en Muxbal (sí, colchas o ponchos, nada que sleeping bags resistentes a temperaturas bajo cero e impermeables, porque casi nadie tenía, ni de los más sencillos).
Sentir ese aire frío y escuchar el canto de los pájaros en combinación con voltear a ver la piscina crean una sensación de “nervios” y emoción por lo vivido en años anteriores. Caminar después de algunos años sobre este terreno y ver de nuevo los campos Nimayá, Chirijuyú, Rover, Rotarias y Bella Vista (Mirador) fue algo especial.
Visita familiar a San Jorge Muxbal
En esta oportunidad fuimos unos cuantos, más que todo para ir a reconocer el terreno para regresar con un grupo más grande en algunos meses. De hecho, de mi familia asistimos solo la mitad. Además, me interesaba que Nidia conociera un lugar tan especial para todos nosotros.
Quien de seguro la pasaría genial sería mi sobrinito, Dominik, que a su tierna edad ya ha estado en varios lugares montañosos a donde sus padres lo han llevado para que se vaya acostumbrando a la aventura, creo yo.
Él disfrutó estar caminando, más en los momentos en los que le permitían ir sin que nadie le sostuviera la mano.
Claro que siempre con sus vigilantes padres y una de sus tías muy de cerca para que no se lastimara.
La pista de obstáculos de Muxbal
Ir a la pista de obstáculos de Muxbal para mí tiene un significado especial, algo difícil de explicar. Intentaré hacerlo en estas líneas:
En algún momento fui de la generación joven, de los “pequeños” de la sección y superar estos obstáculos me era sumamente difícil, en lo físico y en lo mental.
Realmente me costaba mucho superar los retos físicos, tanto en competencia con mis contrincantes, como contra mis propios retos, el mayor de todos: mi miedo a no poder sostenerme con mis propios brazos, a ser débil y caerme, etc.
Ahora de grande ya pienso dos veces si me animo a probar mi equilibrio sobre unos cables a más de 3 metros de altura o bien, a subir por alguna escalinata hecha con leños para alcanzar una plataforma elevada, pero sí me gusta sentir la emoción de retarme en estos obstáculos.
Reunión de amigos
En esta clase de reuniones con amigos se disfruta recordar viejas vivencias, más si es en un lugar tan especial como San Jorge Muxbal.
A este lugar fuimos incontables veces para acampar, en invierno y en verano. Aprendimos sobre la vida sin las comodidades de nuestras casas y creamos amistades duraderas.
Ahora será de ver cómo nos va cuando regresemos a acampar, con un grupo más grande de nuestros antiguos amigos. Lo interesante será el clima, ya que entrada la época de constantes lluvias el escenario es muy, muy distinto.