Desde muchos años atrás había tenido la intención de conocer La Cerra, del que solo sabía que era un lugar boscoso cerca o en San Miguel Petapa, un municipio al sur del departamento de Guatemala.

Había estado en planes, pero de aquellas planificaciones que solamente se quedan en olvidados proyectos que no se realizan. En este caso el principal obstáculo era el desconocimiento de la ruta para llegar y la falta de garantía en el tema de la seguridad al turista.
Todas esas dudas quedaron despejadas con el ascenso que hicimos a la Reserva Natural La Cerra.
Primera cumbre de Dominick, mi sobrinito
Para este viaje sabía que se trataría de un recorrido del que no me tenía que preocupar por mi condición física, pues no es una montaña de terreno complejo como sí lo sería uno de los más de 30 volcanes que tenemos en Guatemala.

Uno de los principales motivos y emoción en esta aventura era que iba Dominick, mi sobrino de 1 año, a quien tengo la dicha de ver a diario (por el momento) y quien vino a cambiar mi manera de ver el mundo.
El recorrido inició desde la recepción de turistas o más o menos así, porque en carro se llega hasta cierto punto donde hay un amplio parqueo, todo en camino de terracería.

Allí hay unas construcciones rústicas que funcionan como teatro y hay cocinetas básicas para preparar churrascos y con mesas muy cerca para degustar los alimentos que se preparen allí.
El inicio de la caminata
Como siempre, todo inicio en un ascenso empieza con el clásico entusiasmo de querer avanzar lo más tranquilamente posible, algo que comienza a complicarse cuando ya vas avanzando un poco.
Mi condición física no era la mejor en ese momento, porque ya no había realizado mayor actividad, así como llevaba mi buen récord de travesías en bicicleta como la de Ipala-Chiquimula por los túneles del tren o la de El Rancho y Sanarate por la antigua línea férrea.

Con Vale, mi hermana, íbamos de lo más tranquilos caminando, mientras Dereck llevaba en el cargador especial a mi sobrinito e iba unos metros adelantados junto a nuestro guía en esta actividad, Ramón, quien es el jefe del Grupo Scout 80 BP y quien también es el Director General de Ecotur Guatemala, una empresa que se dedica al turismo de aventura.

¿Cómo es la Cerra, de San Miguel Petapa?
Es un espacio tranquilo, boscoso y silencioso, perfecto para un caminata segura en compañía de la familia y amigos. Se caracteriza porque hay en su mayoría árboles de pino y ciprés.
Lamentablemente pudimos observar que han talado árboles, pero se debe a que el infame «gorgojo de pino» atacó el bosque y han tenido que terminar de matar a esos árboles para que no sean un peligro para los visitantes así como para el mismo bosque por la propagación del mal que lo aqueja.

El lugar cuenta con sus senderos principales y algunos extravíos que hay que conocer para utilizarlos sin perderse. Mientras avanzas te das cuenta que vas ganando altura, no solo por la vista hacia el Lago de Amatitlán y los pueblos aledaños, sino porque tu ritmo cardiaco y respiración te lo indican ¡no es casualidad que ya vas sudando un poco!
La gran ventaja es que a pesar de que sea un día despejado, el bosque te hace sombra y te protege de los rayos del sol.
La cumbre de la Cerra
Cuando llegamos a la cumbre pudimos descansar al pie de un árbol, ya que esta parte sí está despejada, sin bosque tan abundante si lo comparamos con el resto del lugar.
Ramón nos indicó que después de la refacción iríamos a otro punto especial.

Efectivamente, así fue: llegamos a una torre de observación sencilla, construida con metal, en la que pudimos subir a apreciar el panorama un poco más.
Aquí la novedad fue la subida de mi cuñado con el bebé a cuestas. Todo salió muy bien y la vista hacia los poblados cercanos fue espectacular.

La ventaja que nos ofrece un lugar como la Cerra, en San Miguel Petapa, es que el camino de regreso al punto de partida puede ser por otro trayecto y no exactamente el mismo en el que transitamos cuando llegamos a la cumbre.

Así es más alegre porque siempre vas observando y preguntándote ¿qué viene, qué hay por acá?

Después de mi anterior viaje por Chile, Argentina, sur de Bolivia y Uruguay, tengo previsto conocer Perú y el norte de Bolivia… pero tus publicaciones son una tentación para mirar hacia centroamérica y Guatemala…
Salud.