Como ha he comentado en otra entrada, la novela corta La tapia florida de César Brañas es una muestra del talento de este autor guatemalteco. También, en su momento introduje a los personajes de esta novela. Ahora bien, es el turno de compartir la temática desarrollada en esta narración y espero compartir más adelante las apreciaciones y detalles que hay en los entresijos de esta producción literaria.
Temática en la Tapia florida de César Brañas
Se llegó a determinar que la obra desarrolla múltiples temas, unos más sobresalientes que otros, pero que no presenta uno solo que predomine sobre los demás. Dado que es una narración y concurren múltiples acciones y personajes, cada uno de ellos se sitúa como indicio para ser interpretado y abstraído.
Los temas que se han considerado como sobresalientes en esta novela son: el amor, el abandono, la locura y el acoso.
El amor
En La tapia florida queda plasmado el amor como un tema. Aparte de ser el detonante para que la trama cobre vigencia, es posible verlo desde distintas perspectivas. El amor entendido como sentimiento hacia la pareja, como también el amor fraternal, de familia, y también el no correspondido.
El amor romántico desde las primeras líneas se manifiesta y qué mejor modo que expresarlo desde la primera aparición de Madian y la también primera imagen de ella:
«Porque por un divino fenómeno que escapaba a nuestra intelección, su sola presencia nos hacía felices…» (Pág. 7).
También es evidente la idealización de la joven de distintas maneras:
«…de Madian cuya luminosidad sólo nosotros, esclavos, podíamos valorar! (Pág. 8). Que hasta lograba cambiar el entorno de la rutinaria jornada: «no nos abandonaba la ansiedad hasta comprobar que Madian, radiante, estaba en su puesto» (Pág. 9).
Ya en determinado momento de confesión, Romero expresa:
Yo la quiero, Julio —me decía, casi con lágrimas furiosas en los ojos— Pero sé que es imposible. (Pág. 10).
El abandono
En las páginas de esta obra se encuentran suficientes evidencias para demostrar que un tema es el abandono. Expresado posiblemente con la intención de dejar patente que el sentimiento de verse abandonado, en soledad, es una preocupación del autor. Y es de resaltar que no se trata de una preocupación superficial, es decir, va más allá de la mera ausencia física, por fallecimiento o lejanía:
«…y al miedo desmesurado de perderla…» (Pág. 9).
En los momentos que la pena embarga desesperadamente a Julio se expresa del siguiente modo:
«…y la noción de la ausencia de Madian me sobrecogía. ¡Madian no estaba, Madian no volvería más!» (Pág. 16)
Y se evidencia que la sola idea de que ella no esté, le afecta sobremanera. Continúa la aseveración ya con un tono de aceptación de la realidad, ya más calmo. Queda ya dicho que ella no volverá más, pero como es sabido, no es así y volverá de momento en el recuerdo perturbador, y ya para el desenlace de la novela, reaparece para un amargo final.
Otra manera de sentirse solo, abandonado y sin cobijo es la ausencia de Rosalía. Es un golpe duro el que recibe el protagonista, pues, es su única hermana, con quien tenía un lazo de cercanía bien afianzado. Era su confidente a medias, quien lo conocía muy bien. Basta recordar que fue ella quien hizo lo que estuvo a su alcance para que Julio y Madian pudieran encontrarse en esa salida vespertina junto a la tapia florida. Se hace notar la falta que le hace a Julio, cuando según él, en su febril ilusión, con gritar el nombre de Rosalía podría aliviar su dolor:
«ella acudiría ante mi lecho sonriendo y con un solo beso de sus labios incólumes en mi frente abrasada, me levantaría» (Pág. 16).
El diálogo que sostiene con el doctor Landel es una muy buena muestra del sentimiento de abandono que embarga a Julio, ya que continúa lamentando su ausencia:
—Muchas gracias, doctor. Sí, ya recuerdo. Usted me curó cuando la muerte de Rosalía mi hermana. ¿Usted no ha olvidado a Rosalía, doctor? Rosalía era lo que se llama un ángel: si ella no hubiera muerto… (Pág. 21).
La locura
Otra gran preocupación que expresa el narrador en repetidas ocasiones y por medio de diversas circunstancias, es la locura. Ese estado de postración mental —ese mismo que derrama en el suelo la poca cordura que le resta a cada personaje— que aleja al ser humano de la realidad.
El siguiente párrafo es uno de los momentos más intensos del estado de locura, ya que ocurre una batalla interna, pues es en los pensamientos de un cuerdo que sabe que se encuentra un tanto perdido en desvaríos y arrebatos:
«Recuerdo sin relieves, así una moneda muy gastada o un cuento oído en edad muy temprana, mis años de manicomio; propiamente, no recuerdo sino una escena: que todos, una turba parloteadora, conspiraban contra mí, declarándome loco, pasando sobre mi confesión vertical de que no lo estaba, nadie me hacía caso, igual que con los locos de verdad, y caí en un acceso de ira pregonando a gritos, pero sin éxito, mi cordura. No sé cómo puede aberrarse de tal grado la mente humana que no logré distinguir en un momento preciso entre un loco y un cuerdo». (Pág. 19).
En cambio, en los siguientes ejemplos es más directo el tratamiento de la locura, el autor no utiliza maneras eufemísticas ni elípticas para expresarla. Basta con recordar al padre de Romero, que en su acceso de locura derivado de la muerte de su esposa, comete un suicidio: «…el padre, medioloco, se había asestado un tiro en las sienes…» (Pág. 9).
El acoso
Este tema es desarrollado por el autor de manera directa en ocasiones y también en otraspor medio de alusiones—con tímidos disimulos se podría decir— que no le permitieron caer en narraciones o descripciones de escenas cargadas de agresividad o insulto.
El acoso sexual es una actitud con la que el autor reviste a los personajes masculinos. La mayoría de acciones que ellos realizan tienen como objetivo únicamente a Madian; los otros personajes femeninos no están en la mira o el gusto de los hombres y en ninguna ocasión se percibe que guarden relación con asuntos sexuales o intereses amorosos. Es ella quien recibe este tipo de trato y que viene a crear un contraste que sirve para reafirmar la condición de admiración acrecentada que Julio le profesa. Decir esto obedece a la sencilla razón de que se establece la relación entre la víctima del acoso y el hecho de que el protagonista todo lo que en ella ve, es inocente, puro y conduce a la tranquilidad.
Es en repetidas ocasiones en las que Madian vive experiencias poco amables con los personajes masculinos. En dichos momentos sufre “ataques amorosos” de diversa índole.
Desde el inicio de la narración de esta novela corta, los obreros son quienes están enamorados de Madian, sin embargo, son los altos cargos quienes inician a acosarla con coqueteos directos:
…a decir piropos anadeantes hacia Madian, que tenía que esbozar una sonrisa. (Pág. 8).
Esta dinámica se mantiene en la novela: el opresor, poderoso —que representa algún tipo de autoridad por sobre otra persona— es quien se aprovecha de tales circunstancias para hacer valer su superioridad. Mientras tanto, el oprimido debe guardar el debido silencio y no protestar:
Madian se ruborizaba terriblemente, el viejo se pavoneaba conquistador… (Pág. 8).
De alguna manera, lo empleados con categoría de obreros también deciden saltar la valla de la timidez e inician el acercamiento a Madian de la siguiente forma:
Advertencia
Estos datos se basan en la lectura de la obra y hay partes que son cita textual de la tesis de grado titulada Análisis estilístico integral de la novela corta La tapia florida de César Brañas, propiedad intelectual de quien estas líneas escribe.
Dónde conseguir la novela La tapia florida de César Brañas
Esta novela corta forma parte de la antología publicada por la Editorial Universitaria de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Lo interesante de esta información es que no se había publicado antes, es decir, únicamente existía la versión que el mismo Brañas había editado y solicitado su impresión y que se encuentra resguardada en la Biblioteca César Brañas.
Es posible comprarla en la Librería Universitaria y en cualquiera de las librerías de prestigio que por lo general se encuentran en centros comerciales como Sophos o Artemis Libros, entre otras.