Asistimos a la tan esperada función de La Cenicienta por el Ballet Nacional de Guatemala Christa Mertins. La presentación se dio en el marco del Festival de Junio 2025. Fue una velada familiar en la que se mostró el talento de los bailarines guatemaltecos.
Cenicienta por el Ballet Nacional de Guatemala
La función fue en el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, específicamente en la Gran Sala Efraín Recinos. La cita era a las 5:00 pm, sin embargo llegamos a eso de las 4:00pm.
A esa hora ya habían abierto las puertas y no encontramos mayor fila para el ingreso, a lo mucho eran unas 50 personas antes que nosotros. Todo en orden y sin mayores incidencias.
Eso sí, la hora en la que entramos al recinto cobró su factura, ya que las plateas, como siempre sucede, fueron las primeras localidades en llenarse.
Necesitábamos 6 puestos, ya que aparte de Nidia y yo, también estaba la familia de uno de sus hermanos, que incluye a dos nenas que estaban emocionadas por la presentación.
En la celebración del Festival de Junio 2025, que por razones logísticas y de manera inédita se llevó a cabo en septiembre, pudimos asistir a una de las funciones de La Cenicienta.
Cómo estuvo la función
Para esta función habilitaron la opción de compra de entradas en línea, algo que favoreció el apartado del lugar en la función. No siempre hay oportunidad de que la compra sea en línea y es de aprovechar cuando así es.
Esto porque evita momentos incómodos como llegar el día de la función, hacer una gran fila y que los boletos se terminen mucho antes de pasar a la taquilla.
Justo en la tercera llamada ya estábamos en nuestros asientos para esperar el comienzo de la función.
Rompiendo el protocolo
La maestra de ceremonias dio la bienvenida a los asistentes y también dio paso a romper el protocolo como ella misma indicó. Después de las palabras de presentación llamó al escenario a las niñas que iban vestidas de princesas, que ya para ellas iría dirigida la función.
Para los más pequeños de casa y en especial para las niñas que sueñan con ser princesas de fantasía.
Acto seguido, las entusiastas princesas corrieron con todas sus ganas rumbo a subir al escenario. Incluso, un desesperado padre con su nena en brazos corrió gradas abajo por la platea para llevarla. La esperaron.
Luego de este momento cómico que llenó de tiernas sonrisas a todo el recinto, la presentadora les brindó palabras a las niñas que iban disfrazadas de princesas. Ellas saludaron al público y las invitaron a ocupar sus lugares nuevamente.
La presentación de La Cenicienta
El Ballet de Guatemala comenzó su presentación. La escena mostraba a una pareja de esposos.
Ellos veían a su pequeña hija jugar y crecer, mientras en los delicados movimientos de ballet la escena cambió a quedarse solo padre e hija, dándonos a entender que la madre había fallecido.
Después vimos cómo el padre parece no lograr estar solo y conoce a una señora viuda, con dos hijas. La ahora joven es presentada a su nueva familia y aquí comienza la historia que todos ya conocemos.
La obra fue de corrido, no hubo entretiempo y en cuestión de sonido, logística o imágenes todo se desarrolló normalmente.
Mi opinión
En comparación con otras presentaciones, considero que sí hubo falta de producción. La vestimenta o atuendos de los bailarines no me terminó de convencer.
Incluso, el uso del proyector de imágenes, comprendo que es una útil herramienta que abarata costos para cambiar el ambiente donde se desarrollan las acciones. Pero creo que esto le restó.
En cuanto a la danza como tal, algunas partes se me hicieron como que no había sincronía, salvo que esa fuera la intención de quienes representaban a los bailarines presentes en el palacio.
Muy aparte queda el excelente papel de las hermanastras que bailaban mal pero porque su papel así lo exigía, donde nos mostraban a unas personas con alma fea hasta en sus movimientos.
En general, es una experiencia que considero que vale la pena vivir. Asistir al teatro para ver distintas presentaciones, ya sea de baile, dramáticas o musicales, siempre será una muy buena oportunidad para el alma.
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