Se llegó el día de hacer una visita al Cerro Alux para vivir un día de aventura en familia y en un ambiente de naturaleza, clima frío en alguna parte de la jornada y sobre todo, la convivencia que a todos nos hace felices.
Esa mañana nos reunimos en el parqueo del lugar. Una persona amablemente nos indicó el espacio que debíamos utilizar para estacionar y nos indicó la puerta de ingreso donde se debía cancelar la entrada y reserva de espacio. Esto fue opcional porque también hay espacios generales para usar sin pagar algo más.
Visita a Cerro Alux: un día de aventura en familia
Bajamos las gradas hacia el área donde estaban las cocinetas o churrasqueras con su ranchito y fue donde dejamos nuestras cosas mientras fuimos a caminar ahí cerca para ver las atracciones como las figuras de unos duendes.
Llegada la hora decidimos comer unas delicias que Mauricio y Jessi llevaron. Luego de esto, fuimos a caminar para ir a conocer el sendero natural. En el camino conocimos varias áreas, donde encontramos una fuente, columpios en árboles y un área para juegos.
Por tratarse de senderos naturales, están marcados con una cerca y unos rótulos que indican los nombres de los caminamientos.
El columpio gigante
Llegó el momento de emoción porque primero, para llegar al columpio gigante teníamos que pasar por el puente colgante. Algo que lo logramos, pero con algo de nervios. Afortunadamente, llegamos cuando el columpio estaba vacío. Incluso mi mamá se aventuró al lanzarse y le fue bastante bien, ella quería repetir y repetir.
Luego de esto el camino comenzó un poco cuesta arriba. Justo para encontrar el mirador general del lugar, con vista hacia la Ciudad de Guatemala. Luego de las respectivas fotos continuamos nuestro camino, aunque por la hora y el cansancio ya fue necesario ir buscando el camino de regreso.
Todavía nos dio tiempo de ir a buscar un interesante lugar que está en uno de los senderos, que tiene una especie de cueva y una reja de metal que impide el acceso.
¿Cómo llegar al Cerro Alux?
Siempre había tenido esa duda sobre dónde era la entrada para ingresar al parque ecológico. Sabía de la existencia del lugar, sus características y todo por fotos, pero por fin supe cómo se llega.
Es sencillo, la carretera está adoquinada desde que se sale de la Carretera Interamericana hasta llegar al parqueo. Si vas desde la Ciudad de Guatemala, Trébol, y buscando el occidente, en el kilómetro 26.5 hay un pasarela y hay un rótulo que indica que ahí es la entrada. Unos metros más adelante hay una entrada hacia la derecha y se conduce por esa calle paralela a la carretera para después cruzar hacia la izquierda y seguir por ese camino.
En cambio, si vas de occidente buscando la Ciudad de Guatemala, la entrada en ese mismo kilómetro te quedará hacia la izquierda, justo donde está un retorno que te servirá para cruzar la carretera y entrar en esa ruta hacia el Parque Ecológico Cerro Alux.
Recomendado para toda la familia
Esta experiencia la recomiendo para toda la familia, desde grandes a pequeños. Sin embargo, dadas las condiciones del lugar, porque se trata de un lugar natural, hay caminos con tierra, gradas y senderos, este lugar no es apto para personas con problemas de movilidad. El lugar no está preparado para atender personas en silla de ruedas o caminadores.
Es un muy buen lugar para celebrar cumpleaños para niños, de esos que son ocasiones especiales en un lugar fuera de lo común y para los amantes de los espacios en medio de la naturaleza.
Es importante también hacer la mención sobre las mascotas, en este caso, el ingreso de perros. En la entrada hacen la salvedad de las razas que no tienen permitida la entrada. Tienen una gran lista con las razas que no pueden entrar por disposiciones de ellos.
La mayoría son consideradas razas de perros potencialmente peligrosas o PTT. En mi caso, por ejemplo, Moka es una pastora alemán y aunque no aparece en la lista es muy posible que me nieguen el acceso y lo comprendería totalmente.
Hace falta comprender que hay perros con un instinto de caza muy activo y en el lugar tendrán estímulos como ardillas en cualquier lado, niños gritando y corriendo, no se diga de personas que nunca faltan que por tener perros muy pequeños, los dejan sueltos sin correa.
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